sábado, 5 de noviembre de 2016

La nena ciega

La mamá le dice a la niña ciega:
- Y si te vuelves a portar mal, te cambio los muebles de lugar.


Quiniela

Le pregunta el marido a su mujer:
- María, si te tocaran cien millones con la quiniela, ¿me dejarías de querer?
- No, mi vida. Pero te echaría mucho de menos.


Pechos desiguales

Una señora visita al médico. Su pecho derecho es mucho más largo que el izquierdo. El doctor no se puede explicar el fenómeno.
- Fíjese, doctor, mi marido tiene la costumbre de poner su mano sobre la derecha cuando se duerme.
- Muchos hombres tienen la misma costumbre, señora.
- Sí, doctor, ¡pero tenga en cuenta que no todos los matrimonios duermen en camas separadas!


martes, 1 de noviembre de 2016

Matar el pavo

Una señora tenía un pavo que estaba muy gordito y quería matarlo para navidad, pero la señora era muy nerviosa, así que contrata a un tipo para que mate al pavo. El tipo le dice:

- Yo lo mato, pero antes deme una botella de vino para marear al pavo.

La señora le da la botella y el tipo se encierra en corral con el pavo, y en vez de darle el vino al pavo se lo toma él. Al rato sale un poco ebrio y le pide otra botella de vino a la señora y le dice:

- Mire señora, para que vea que no la engaño.

Le da media botella al pavo y él se toma la otra mitad y se vuelve a encerrar con el pavo en el corral, peor como ya se estaba demorando mucho, la señora se preocupa y entra al corral y ve al tipo con el pavo y le pregunta:

- Oiga, ¿va a matar al pavo?

El borracho le responde:

- ¡A mi amigo no lo toca nadie, carajo!


Bebé cocodrilo

Un bebé Cocodrilo le pregunta a su papá:
- Papá, ¿algún día tendré mucho dinero?
- Sí, hijo.
- ¿Cuándo papá?
- ¡Cuando seas una billetera!


El loro

Un VIEJO estaba sentado en un banco de un centro comercial.
Un joven se acerca y se sienta también en el banco. (El joven tenía el pelo revuelto y de diferentes colores)

El viejo se le queda mirando fíjamente, y el joven le dice:
- ¿Qué pasa, abuelo, nunca hiciste nada salvaje en tu vida?

El viejo responde:
- Una vez me emborraché y practiqué sexo con un loro. Ahora estoy pensando si serás tú mi hijo


Dos tontos

Un loco llama a la puerta de otro loco:
- Toc, toc, toc.
A lo que contesta el tonto:
- No estoy.
Y responde el otro tonto:
- ¡Pues menos mal que no he venido!


Cuando Tarzán y Jane

Después de 30 años viviendo solo en la selva, con los monos como única compañía, y los agujeros de los árboles como único elemento adecuado para el placer sexual, resulta que un buen día Tarzán y Jane se conocieron. Jane vio por primera vez a Tarzán mientras él practicaba vigorosamente el acto sexual en el agujero de un árbol. Jane quedó sobrecogida por la imagen y en seguida se ofreció a Tarzán. La joven dama se tumbó sobre el césped, desnuda, y de par en par, esperando la acción de Tarzán. El hombre mono lo que hizo fue tomar carrerilla, arrancar y pegarle a Jane una gran patada ahí mismo... Jane, medio llorando, gritó:
-¿Por qué has hecho eso, estúpido?
A lo que Tarzán respondió:
-Yo siempre comprobar si haber ardillas.


Quiero una camiseta

Un niño entra en una tienda de deportes:
- ¿Me da una camiseta del F.C. Barcelona?
El dependiente le responde:
- Sí, claro, ¿de qué la querías, de jugador, de portero o de árbitro?


El cazador del bosque y su terrible experiencia

A un cazador de montaña le piden en un campamento nocturno que cuente su más terrorífica experiencia.
-Me encontraba un día en medio de la espesura del bosque -empieza él de buena gana-. Iba pensando en mis asuntos, cuando, de golpe, un gigantesco oso grizly se plantó a mis espaldas. Me agarró con sus brazos robustos, y empezó a apretar hasta casi cortarme la respiración. La escopeta se me cayó de las manos, y el oso... ¡Podéis creerlo si queréis... Pero el oso se precipitó a coger el arma, y me apuntó con ella!
-¿Y tú qué hiciste? -pregunta un joven curioso.
-¿Qué podía hacer? -contesta el cazador suspirando-. ¡Me casé con sus hija!.


Los camellos

La caravana avanza lentamente por las ardientes arenas del desierto. Dos camellos se arrastran uno al lado del otro. Uno de ellos mira furtivamente a su alrededor y dice:
-No me importa lo que diga la gente, ¡pero yo tengo sed!