Después de 30 años viviendo solo en la selva, con los monos como única compañía, y los agujeros de los árboles como único elemento adecuado para el placer sexual, resulta que un buen día Tarzán y Jane se conocieron. Jane vio por primera vez a Tarzán mientras él practicaba vigorosamente el acto sexual en el agujero de un árbol. Jane quedó sobrecogida por la imagen y en seguida se ofreció a Tarzán. La joven dama se tumbó sobre el césped, desnuda, y de par en par, esperando la acción de Tarzán. El hombre mono lo que hizo fue tomar carrerilla, arrancar y pegarle a Jane una gran patada ahí mismo... Jane, medio llorando, gritó:
-¿Por qué has hecho eso, estúpido?
A lo que Tarzán respondió:
-Yo siempre comprobar si haber ardillas.
martes, 1 de noviembre de 2016
Cuando Tarzán y Jane
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