Al rato, se encuentra una pelota, va a cogerla y le dice la abuela:
- Jaimito, no se cogen las cosas del suelo.
Una hora más tarde, se cae la abuela, y le dice la abuela:
- ¡Jaimito, ayúdame que me he caído!
- ¡No abuela, no se cogen las cosas del suelo
- ¡Jaimito, ayúdame que me he caído!
- ¡No abuela, no se cogen las cosas del suelo
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