Le dice al farmacéutico:
- Oiga, déme un preservativo que esta noche ceno con la familia de mi novia, y después de la cena quiero intentar...usted ya sabe.
El farmacéutico va a buscar el preservativo, pero Alfredo piensa y dice:
- Pensándolo bien déme dos, porque mi chica tiene una hermana menor que no está nada mal, y es una fácil en todo el barrio...
El farmacéutico lo atiende, pero de nuevo Alfredo se corrige y dice:
- Bueno mejor déme tres, porque la madre es una loba que le pones los cuernos a su marido, y está muy buena para su edad.
Cuando llega la hora de la cena, Alfredo se la pasa con el cuello de la remera subido, sin quitarse el gorro y con la cabeza gacha. Cuando terminan de comer, su novia le dice:
- ¡Alfredo, no pensé que fueras tan tímido!
- Ni yo que tu padre era farmacéutico
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