lunes, 13 de enero de 2014

Tres deseos

A una solterona de 50 años mientras estaba sentada en una mecedora, al tiempo que acariciaba un gordo y panchorriento gato, se le presenta su hada madrina que le ofrece tres deseos.
- Quiero ser una mujer rica - pide.
- Concedido - dice el hada y le llena la casa de oro.
- Quiero ser otra vez aquella bella señorita que fui.
- Concedido - y rejuvenece por arte de la magia.
- Quiero que mi gato se convierta en un príncipe azul.
Y un joven musculoso de facciones perfectas y ojos azules como el océano le acaricia la frente y le dice:
- Seguro que ahora te vas a arrepentir de haberme castrado.

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